Simón Rodríguez

Simón Rodríguez
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Información personal
Nombre de nacimiento Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 28 de octubre de 1769
Caracas, Capitanía General de Venezuela
Fallecimiento 28 de febrero de 1854 (84 años)
Amotape, Perú
Sepultura Panteón Nacional de Venezuela
Nacionalidad Venezolano
Información profesional
Ocupación Educador
Político
Prócer
Alumnos Simón Bolívar
Santiago Ramos "El Quebradino"
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Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez (Caracas, 28 de octubre de 1769 - Amotape, 28 de febrero de 1854) fue un educador, filósofo, político, tipógrafo y prócer venezolano. Fue tutor y maestro de Simón Bolívar cuando era niño y de joven lo acompañó como testigo en el Juramento del monte Sacro.

Los aportes de Simón Rodríguez versan sobre política, economía, educación, ética y sociología. En su obra principal Sociedades Americanas en 1828[1]​ se puede encontrar el proyecto político-económico y educativo para establecer las Repúblicas Americanas

Biografía

Primeros años

Simón Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769.[2]

Tuvo por padre a un clérigo nombrado Carreño, cuyo apellido llevó don Simón por algún tiempo; pero que cambió después por el de Rodríguez.Don Simón no fue hijo único; tuvo un hermano, llamado Cayetano, que de afición llegó a ser el mejor músico de Venezuela.[3]

Miguel Luis Amunátegui, quien fuera el primer biógrafo de Simón Rodríguez, probablemente se haya basado en el testimonio de Andrés Bello, a quien conoció en Santiago de Chile, puesto que Andrés Bello y Simón Rodríguez habían sido vecinos en Caracas; habitaron ambas cosas del Callejón de la Mercedes.

Arturo Uslar Pietri[2]​ y Rafael Fernández Heres[4]​ han rechazado la idea de que Simón Rodríguez haya sido hijo natural de un sacerdote católico.

Sin embargo, la tradición ha dado por cierto que Simón Rodríguez y Cayetano Carreño fueron hijos naturales del sacerdote Alejandro Carreño y Rosalía Rodríguez, y así lo recogen tanto Arístides Rojas ―quien afirma haber recibido sus datos del último hijo sobreviviente de Cayetano Carreño (también llamado Cayetano), sobrino de Simón Rodríguez―[5]​ como Ramón de la Plaza.[6]​ Sea como fuere, el hecho es que Simón y Cayetano se criaron juntos, y fueron conocidos en Caracas como «los hermanos Carreño».

Cotejando los censos de la parroquia de Altagracia es posible arrojar luz sobre la crianza de Simón Rodríguez. En las matrículas de los años 1774, 1775 y 1776 aparecen los párvulos expósitos Simón y Cayetano, registrados en casa de Rosalía Rodríguez, viuda, quien era hija de un propietario de haciendas y ganaderías en los llanos del Guárico, descendiente de canarios.[7]​ No es descabellado suponer que hacia 1780 ―luego del matrimonio de Rosalía Rodríguez con Ignacio Abay― los niños Simón y Cayetano hayan tenido que cambiar de hogar. Y en efecto, la matrícula de 1790 de la parroquia de Altagracia registra a los jóvenes en casa del sacerdote Alejandro Carreño.[8]​ En 1791, luego de la muerte de Alejandro Carreño, los hermanos quedaron bajo la tutela de su tío materno, el sacerdote Juan Rafael Rodríguez,[5]​ canónigo doctoral de la catedral y hermano de Rosalía Rodríguez. Simón y Cayetano ocuparon una casa en la «calle segunda de norte a sur... cuadra de Nuestra Señora de la Salud»[9]​ (hoy esquinas de Ibarras a Madrices), casa en la que probablemente vivieron juntos hasta el casamiento de Cayetano en 1794.

Maestro

Retrato de Simón Rodríguez, según medallón que se conserva en el Museo Bolivariano de Caracas, Venezuela. El cuadro original se encuentra en el Museo de La Magdalena en Lima, Perú. Esta obra fue pintada en 1825.

En mayo de 1791, cuando ya tenía 21 años, el Cabildo de Caracas le dio un puesto como profesor en la Escuela de Lectura y Escritura para Niño gracias al maestro Guillermo Pelgrón. En esta escuela tuvo la oportunidad de ser el tutor de Simón Bolívar.

El tutor de Bolívar, Carlos Palacios y Blanco, decidió enviar a Bolívar a vivir con Simón Rodríguez porque no podía atenderlo personalmente. Ante la perspectiva de vivir con Rodríguez, el 23 de julio de 1795 Bolívar se escapó de la casa de su tío Carlos para refugiarse en la casa de su hermana María Antonia, quien ejerció su custodia temporal, hasta que la Real Audiencia de Caracas resolvió el litigio judicial y devolvió a Carlos Palacios la custodia de Bolívar. Este trató de resistirse pero fue sacado por la fuerza de casa de su hermana y llevado en volandas por un esclavo hasta la humilde casa de Rodríguez. Bolívar tuvo que compartir el espacio con otros veinte niños en una casa no apta para ello, y por ello escapó de allí un par de veces, en las que terminó volviendo por orden de los tribunales. Sin embargo, la relación con el que más adelante llamaría mi maestro fue fructífera, y se mantuvo hasta que Bolívar cumpliera 14 años. No hay duda de que Simón Rodríguez ejercería gran influencia en el carácter y pensamiento libertario del futuro Libertador.

En 1794, Simón Rodríguez presentó un escrito al Cabildo Caraqueño para expresar sus ideas sobre escuela y educación intitulado, Reflexiones sobre los defectos que vician la Escuela de Primeras Letras de Caracas y medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento y Reflexiones sobre el estado actual de la Escuela, Estado actual de la escuela y nuevo establecimiento de ella. Simón Rodríguez desarrolló una revolucionaria concepción de lo que debía ser el modelo educativo de las naciones americanas. En 1824, el mismo Bolívar ―en carta al general Santander― decía que su maestro «enseñaba divirtiendo». Este espíritu que intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonialismo español se reflejaría en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.

Su supuesta participación en la Conspiración de Gual y España, descubierta en julio de 1797, en contra de la corona española lo obligó a renunciar a su cargo de maestro y salir del territorio venezolano desde el Puerto de la Guaira rumbo a Jamaica.

Samuel Robinsón

Simón Bolívar

En 1797, en la villa de Kingston (en la isla de Jamaica), cambió su nombre a Samuel Robinsón. Después de permanecer algunos años en los Estados Unidos, en 1801 viajó a Francia. En 1804, con 34 años, se encontró en París con Simón Bolívar (21 años), de quien había sido maestro poco más de diez años antes.[10]

El año anterior (1803) Bolívar había viajado a Europa desolado porque el 22 de enero de 1803 había fallecido en Caracas su esposa madrileña, con la que estuvo casado apenas unos meses.

Al año siguiente (1805) viajaron juntos a Italia. En Milán fueron testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte como rey de Italia y de Roma. El 15 de agosto de 1805, Rodríguez fue testigo del famoso juramento de Bolívar sobre el monte Sacro (en Roma), en donde se comprometió a liberar a toda América de la corona española.[10]​ Simón Rodríguez lo registró para la Historia. Bolívar regresó a Venezuela al año siguiente (1806).

Entre 1806 y 1823, mientras se libraba gran parte de la Guerra de Independencia en su natal Venezuela, Rodríguez vivió en Italia, Alemania, Rusia, Prusia y Países Bajos. Luego daría su opinión sobre este periodo de tiempo diciendo:

Permanecí en Europa por más de veinte años; trabajé en un laboratorio de química industrial […]; concurrí a juntas secretas de carácter socialista […]. Estudié un poco de literatura, aprendí lenguas y regenté una escuela de primeras letras en un pueblecito de Rusia.
Simón Rodríguez[11]

Regresa a América en 1823, usando el nombre de Simón Rodríguez nuevamente. En 1824 establece en Colombia la primera «escuela-taller». Atiende al llamado hecho por Bolívar desde el Perú, y es nombrado «Director de la Educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas» y «Director de Minas, Agricultura y Vías Públicas» de Bolivia.

En 1826, establece una segunda escuela-taller como parte del proyecto para toda Bolivia. Pero el Mariscal Antonio José de Sucre, presidente de Bolivia desde octubre de 1826, no tenía una buena relación con él, por lo que Rodríguez dimitió el mismo año, trabajando el resto de su vida como educador y escritor, viviendo alternadamente entre Perú, Chile y Ecuador. Entre tantas anécdotas, resalta su anticlericalismo (impronta de su trabajo sobre pedagogía) exacerbado al punto de darle nombre de Choclo, Zapallo y Zanahoria a sus dos hijos e hija nacidos durante su estadía en Ecuador. Fue como protesta contra la expectativa de la iglesia de que los niños fueran bautizados de acuerdo al santoral. Muy importante es su trabajo titulado Sociedades Americanas, dividido en varias ediciones publicadas en Arequipa (1828), Concepción (1834), Valparaíso (1838), y Lima (1842, 1843), así como en algunos extractos publicados en periódicos[12]​, vinculados con la obra principal, tales como El Mercurio de Valparaíso (1840) y el Neo-Granadino (1849). El texto insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea que sintetiza su frase:

Simón Rodríguez vivió sus últimos años en Ecuador.
La América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos.[13]

Otra obra importante fue El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de Armas (de 1830), un alegato sobre la lucha social que emprendía Bolívar en esa época.

En los años finales de su vida dio clases en varios colegios de Quito y Guayaquil (Ecuador); debido a un incendio que azotó esta ciudad, gran parte de su obra quedó hecha cenizas.[14]

En 1853 emprendió su último viaje rumbo a Lima al lado de su hijo José, y de Camilo Gómez, un compañero de este, en Paita mantuvo contacto con la quiteña Manuela Sáenz quien también se encontraba exiliada allí. La muerte lo sorprendió el 28 de febrero de 1854, con 84 años, en el caserío de Amotape, a orillas del río Chira.[15]​ Fue asistido por Camilo Gómez. En Amotape vivía como sacristán en la casa cural, cuidando también la casa y el jardín del párroco. Mantuvo la costumbre (mala en la tradición ibérica) de andar desnudo.(Efémerides Guadalupanas. Capítulo Cordobensis Tucumanae. Asociación A.A.C.C.del Mayor Hispanoamericano N.S. de Guadaluoe MMIII Editora Alción, Córdoba, Argentina, 2003. p. 35), la que le costó su cese como maestro en La Plata -mal llamada "Sucre- en Charcas, hoy Bolivia.

Su cuerpo fue enterrado en la cripta de la iglesia de Amotape, donde permaneció por setenta años, hasta que en 1924 fue trasladado a Lima, siendo el primero en ser depositado en el recién inaugurado Panteón de los Próceres, ahí descanso hasta que finalmente en 1954 fue repatriado a Venezuela y trasladado al Panteón Nacional de su Caracas natal, donde descansa hasta el día de hoy.

Aportes

Entre sus aportes al pensamiento americano y al quehacer cosmopolita destacan dos: a) contribuir a formar el carácter republicano, libertario y moral de Bolívar, durante la infancia y juventud del primero, y b) haber plasmado en sus obras un ideario original, filosófico-pedagógico, necesario para la emancipación de las sociedades americanas.

La obra de Simón Rodríguez ha sido recopilada e interpretada por pensadoras y pensadores de diferentes países de América, por ejemplo en Venezuela, Colombia, México Argentina, Chile, Ecuador y Perú, incorporando debates sobre ideas pedagógicas, filosóficas, estéticas, políticas y de lenguaje.[16][17]

Pedagogía de la curiosidad

Fue pionero en este tipo de pedagogía. La nada inocente solicitud que hizo Rodríguez acerca de promover el desarrollo del “niño preguntón”. Todo cambio profundo de un tiempo histórico que conduzca a uno revolucionario debe abrir las compuertas a la vocación inquisitiva del niño. De no ocurrir así se castra, estanca y retrocede frente a las fuerzas de la tradición y el oscurantismo. [18]

Ideas

Simón Rodríguez proyectaba no la reforma agraria pero si la propiedad pequeña de parcelas, para eso pensaba en la educación para formarse. Para las sociedades americanas alrededor de 1828 el gran proyecto que quiso implementar consistía en colonizar América con sus propios habitantes para que las invasiones de inmigrantes europeos no vengan a avasallar y tiranizar lo propio.

Simón Rodríguez proyectó entonces un sistema educativo que presenta dos grandes líneas de acción:

  • la implementación de la escuela popular y
  • la colonización de las tierras por los propios americano. La combinación de ambas acciones contribuirá a formar las sociedades americanas.

Uno de sus proyectos políticos y pedagógicos fue construir fábricas dentro de las escuelas construir una escuela que adentro tenga dos fábricas además las lenguas fueran el quechua y el castellano.

Simón Rodríguez ejercería gran influencia en el carácter y pensamiento libertario del futuro Libertador, su lucha consistía en alcanzar la igualdad no para demostrarla sino para comprobarla. Pensaba que para llegar a esa igualdad se debía tomar todos los aportes de los ciudadanos, quería erradicar la imposición hegemónica europea en la sociedad, decía: tomen lo bueno, dejen lo malo, imiten con juicio, y por lo que les falte inventen" no renegaba de los conocimientos europeos, pero si no estaba de acuerdo en imitarlos, su lema era inventamos o erramos.

Estilo

Resalta Juan David García Bacca el hecho de que Simón Rodríguez "trabajó de tipógrafo (de cajista) en Baltimore durante tres años (1798-1801)" dotándose de una "pericia artesanal" que emplearía en sus obras con fines pedagógicos, estéticos y hasta, como es el caso del mismo García Bacca, ... fines técnico-filosóficos.[19]​ El modo aforístico de escribir y el uso de cursivas, entre otras técnicas, seguidas y usadas por el propio García Bacca, son en sí uno de los aportes de las obras del Maestro Rodríguez.

Obras

  • Representación al Ayuntamiento (Caracas, 1793).[20]
  • Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas, y medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento (Caracas, 1794).
  • Sociedades americanas en 1828, cómo serán y cómo podrían ser en los siglos venideros (Arequipa, 1828).[21]
  • El libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas, defendidos por un amigo de la causa social (Arequipa, 1830).
  • Observaciones sobre el terreno de Vincocaya con respecto a la empresa de desviar el curso natural de sus aguas y conducirlas por el río Zumbai al de Arequipa (Arequipa, 1830).
  • Sociedades americanas en 1828, cómo serán y cómo podrían ser en los siglos venideros [Luces y virtudes sociales] (Concepción, Imprenta del Instituto, 1834).
  • Informe sobre el terremoto de Concepción (Concepción, 1835).
  • Sociedades americanas en 1828. Cómo serán y cómo podrían ser en los siglos venideros [Primera parte. Luces y virtudes sociales] (Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1840).
  • Partidos (11 artículos) (Valparaíso, El Mercurio, 1840).
  • Sociedades americanas en 1828, cómo serán y cómo podrían ser en los siglos venideros (Lima, Imprenta del Comercio, 1842).[22]
  • Crítica de las providencias del gobierno (Lima, Imprenta del Comercio, 1843).
  • CARTA del Sr. Rodríguez á cinco Bolivianos á la caída de la Confederación Perú Boliviana… (Valparaíso, Gaceta del Comercio, 1844)[23]
  • Extracto sucinto de mi Obra sobre la Educación Republicana (3 artículos) (Bogotá, El Neo Granadino, 1849).
  • Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga (Latacunga, 1851).

Honores

  • En 1981, Arturo Uslar Pietri escribió una biografía novelada sobre Simón Rodríguez, La isla de Róbinson.
  • El presidente venezolano Hugo Chávez fundó la Misión Robinsón (por el seudónimo «Samuel Robinsón» que utilizó Simón Rodríguez), un programa social del Gobierno nacional para enseñar a leer y escribir a la población analfabeta.
  • En Caracas (Venezuela) se nombró en su honor la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. También existe en esta ciudad un sector epónimo ubicado al norte de la misma, cerca de la estación del Teleférico de Caracas.
  • El Consejo Municipal de Caracas otorga el premio Simón Rodríguez, que se ha transformado en uno de los más prestigiosos de Venezuela.
  • En Cali (Colombia) se nombró en su honor la Institución Educativa Técnica de Comercio «Simón Rodríguez».
  • Su retrato apareció en el billete de 50 y  10.000 Bolívares Fuertes.

En la cultura popular

Referencias

  1. Ramírez Fierro, María del Rayo; Mondragón Velázquez, Rafael; Cervantes Becerril, Freja Ininna (2018). Sociedades americanas en 1828 de Simón Rodríguez. Edición facsimilar documentada y anotada de los cinco impresos que conforman el proyecto editorial. Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana, campus Iztapalapa. 
  2. a b Uslar Pietri, Arturo (1980): «El misterioso nacimiento de Simón Rodríguez», artículo publicado en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, LXIII, n.º 249. págs. 3-6. Caracas, 1980.
  3. Amunátegui, M. L. (1854). Biografías de Americanos. Santiago: Imprenta nacional. p. 232. 
  4. Fernández Heres, Rafael (2005). Simón Rodríguez. Biblioteca Biográfica Venezolana, n.º 11. Caracas: Editora El Nacional. 
  5. a b Rojas, Arístides (1891). Leyendas históricas de Venezuela (segunda serie). Caracas (Venezuela): Imprenta del Gobierno Nacional. pp. 268-269. 
  6. De la Plaza, Ramón (1883): Ensayos sobre el arte en Venezuela (pág. 99). Caracas: Imprenta al vapor de La Opinión Nacional, 1883.
  7. Calzavara, A. (1987). Historia de la música en Venezuela. Período hispánico con referencias al teatro y la danza. Caracas: Fundación Pampero. pp. 245-58. 
  8. Calzavara, A. op. cit., pág. 250-251.
  9. Calzavara, A. op. cit., pág. 251.
  10. a b Grigulévich, Iósif (1988): Luchadores por la libertad de América Latina (pág. 90). Moscú (Unión Soviética): Progreso, 1988. ISBN 5-01-000632-4.
  11. Rumazo González, A. (2005). Simón Rodríguez, maestro de América. Caracas: Biblioteca Ayacucho. pp. 85-86. 
  12. Monroy Sánchez, Grecia (2019). «Estudio Preliminar "Fragmentos que reflejan un proyecto"». Dos Extractos de Sociedades Americanas en 1828. Ciudad de México: Universidad Autónoma de la Cuidad de México. ISBN 978-607-9465-89-6. 
  13. Rumazo González, A. (2005): Simón Rodríguez, maestro de América (pág. 237). Caracas: Biblioteca Ayacucho, 2005.
  14. Morales, Fabio (2005): "Cronología de Simón Rodríguez". Citado por Rafael Ramón Castellanos en: Simón Rodríguez. pensador universal y pulpero de Azángaro (pág. 17). Caracas (Venezuela): Fogade, 2005.
  15. El pequeño diccionario Larousse ilustrado 2008 (pág. 1647). ISBN 970-22-1428-9.
  16. Rawicz, Daniela, ed. (2020). Leer a Simón Rodríguez. Proyecto para América. Ciudad de México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México. ISBN 978-607-8692-22-4. 
  17. María del Rayo Ramírez, Daniela Rawicz y Omar Velasco, ed. (2022). Estudios críticos sobre Sociedades americanas en 1828 de Simón Rodríguez. Ciudad de México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México. ISBN 978-607-8840-11-3. 
  18. «Simón Rodríguez: pionero en la pedagogía de la curiosidad – MINCYT». Consultado el 8 de abril de 2022. 
  19. García Bacca, Juan David (1981). Simón Rodríguez, pensador para America. Caracas, Venezuela: Academia Nacional de la Historia. 
  20. Todas las referencias a la obra fueron tomadas de: Pedro Grases, Escritos de Simón Rodríguez (tomos 1 y 2), Caracas, Imprenta Nacional, 1954; así como de las sucesivas ediciones hechas a partir de ésta en Obras completas (Caracas, Universidad Simón Rodríguez, 1975).
  21. Original disponible para descargar en Latin American Pamphlet Digital Collection de Harvard University.
  22. Original disponible para descargar en Latin American Pamphlet Digital Collection de Harvard University.
  23. Castillo, Vasco; Fernández, Camilo (2017). Republicanismo popular. Escritos de Santiago Ramos, «El Quebradino». Santiago de Chile: LOM ediciones. ISBN 978-956-00-0990-6. 
  24. Galeano, Eduardo (2012). Los hijos de los días. Madrid: Siglo XXI. p. 340. ISBN 978-84-323-1627-2. 

Enlaces externos

Información

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