Golpe de Estado en España de 1981

Golpe de Estado de 1981
Congreso de los diputados, Tribuna, Madrid, España, 2015 01.JPG
Salón de Plenos del Palacio de las Cortes, sede del Congreso de los Diputados, donde numerosos guardias civiles irrumpieron dirigidos por Tejero.
Contexto del acontecimiento
Fecha 23 de febrero de 1981
Sitio España
Impulsores Véase Condenados
Gobierno previo
Gobernante Adolfo Suárez
Forma de gobierno Monarquía parlamentaria
Gobierno resultante
Gobernante Adolfo Suárez[nota 1]
Forma de gobierno Monarquía parlamentaria

El golpe de Estado de 1981, también conocido por el numerónimo 23F,[nota 2]​ fue un intento fallido de golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981 por algunos mandos militares en España. Los hechos principales sucedieron en las ciudades de Madrid y Valencia.

En Madrid, a las 18:23 horas, un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba el teniente coronel Antonio Tejero asaltó el Palacio de las Cortes durante la votación para la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, hasta entonces vicepresidente segundo del Gobierno y diputado de la Unión de Centro Democrático (UCD). Los diputados y el Gobierno de España al completo fueron secuestrados en su interior.

La ciudad de Valencia fue ocupada militarmente, en virtud del estado de excepción proclamado por el teniente general Jaime Milans del Bosch, capitán general de la III región militar. Dos mil hombres y cincuenta carros de combate fueron desplegados en las calles de la ciudad.

A las 21 horas de ese mismo día, el diario El País pone en la calle una edición especial posicionándose contra el Golpe con el titular en primera plana: «El País, con la Constitución».[1]​ A la una de la madrugada del 24 de febrero, el rey Juan Carlos I, vestido con uniforme de capitán general de los Ejércitos, se dirigió a la nación por televisión para situarse en contra de los golpistas y defender la Constitución española. Poco después, Milans dio la orden de regresar a sus unidades a los contingentes militares que ocupaban Valencia. El secuestro del Congreso terminó a mediodía del día 24.

El Tribunal Supremo condenó a 30 años de cárcel a Milans, Tejero y Alfonso Armada como principales responsables del golpe de Estado, que finalmente fueron reducidas por penas de entre uno y siete años, menos la de Tejero que duró quince años. En total doce miembros de las Fuerzas Armadas, diecisiete miembros de la Guardia Civil y un civil fueron condenados. Menos Tejero, todos los miembros fueron indultados o puestos en libertad antes del año 1990.

Antecedentes

Foto de familia de los actos de conmemoración del 30.º aniversario del fracaso del golpe de Estado (febrero de 2011).

La muerte del dictador Francisco Franco en 1975 marcó el inicio de la Transición española. En noviembre de 1975 Juan Carlos I fue proclamado rey de España y en 1976 Adolfo Suárez fue nombrado presidente del Gobierno. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas. El país dejó atrás treinta y siete años de dictadura franquista y se convirtió en un estado democrático con la Constitución de 1978 como norma fundamental. Tras las primeras elecciones constitucionales, Suárez formó su tercer Gobierno en abril de 1979.

Con la muerte de Franco y la disolución de las cortes franquistas, teniéndose como inevitable la transformación hacia la democracia, desde el propio régimen tomaron posiciones ante el cambio. No obstante, o por ello, fue un proceso azaroso, no exento de dificultades, jalonado por diversas conspiraciones y tramas golpistas que confluyeron en el 23F. Desde un primer momento, la Transición española contó con la clara oposición de sectores relacionados con el régimen franquista que la vieron como una amenaza para sus privilegios.[2]

En este contexto se enmarca el golpe de Estado de 1981. Cuatro elementos generaron una tensión permanente:

Malestar en el ejército

Los primeros síntomas de malestar en el ejército aparecieron en abril de 1977. Con motivo de la legalización del Partido Comunista de España (PCE) el día 9 de abril, Sábado Santo, dimitió el almirante Pita da Veiga, ministro de Marina, y el Consejo Superior del Ejército emitió una nota en la que manifestaba su disconformidad con dicha legalización, aunque la acatase.

En noviembre de 1978 tuvo lugar la desarticulación de la Operación Galaxia, una intentona golpista que planeaba un golpe de Estado contra el Gobierno de Suárez. Pretendía frenar las reformas políticas que estaba llevando a cabo el Gobierno antes de la celebración del referéndum de la Constitución en diciembre de 1978. Su principal responsable, Antonio Tejero, fue condenado a siete meses de prisión. Tejero protagonizó años más tarde el golpe de Estado de 1981.

El 1 de febrero de 1981, el Colectivo "Almendros" publicó en el periódico El Alcázar un artículo claramente golpista.[3]​ El periodista Emilio Romero Gómez publicó días antes del golpe un artículo en el diario ABC en el que criticaba duramente al dimitido Adolfo Suárez, defendía la necesidad de «un golpe de timón» y proponía al general —posteriormente implicado en el golpe— Alfonso Armada como posible candidato a presidente del Gobierno.[4][5]

Crisis del Gobierno

Adolfo Suárez, presidente del Gobierno en funciones durante el golpe de Estado.

Mientras crecía la voluntad golpista en sectores del ejército y de la derecha, el Gobierno de Adolfo Suárez progresó en el inicio de la década hacia una profunda crisis, que durante 1980 se volvió cada vez más insostenible. Entre los principales acontecimientos destacaron la dimisión en enero del ministro de Cultura, Manuel Clavero, la remodelación del Gobierno en mayo, la moción de censura presentada contra Suárez por parte del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a finales de mayo, la dimisión en julio del vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril Martorell, que produjo una nueva remodelación en septiembre, y la elección en octubre de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón como portavoz del grupo parlamentario centrista, candidato alternativo al oficial, Santiago Rodríguez-Miranda, promovido por Suárez.

La debilidad creciente de Suárez en el seno de su propio partido propició la presentación de su dimisión como presidente del Gobierno y presidente de la Unión de Centro Democrático (UCD) el 29 de enero de 1981. En su intervención televisiva Suárez aseguró que no quería que la democracia fuera un paréntesis en la historia de España.[6]​ Del 2 al 4 de febrero, los reyes viajaron al País Vasco y visitaron la Casa de Juntas de Guernica, donde los diputados de Herri Batasuna les recibieron con un fuerte abucheo y varios incidentes.[7]​ El 6 de febrero apareció asesinado el ingeniero de la central nuclear de Lemóniz, José María Ryan, que había sido secuestrado unos días antes por ETA militar,[8]​ mientras se seguía sin noticias de otro industrial secuestrado, Luis Suñer.

En medio de este tenso clima, se pusieron en marcha los procesos de sustitución de Suárez. Entre los días 6 y 9 de febrero tuvo lugar el segundo Congreso de la UCD en Mallorca, donde el partido apareció descompuesto. Agustín Rodríguez Sahagún fue elegido presidente del partido. Tras una ronda de contactos con los líderes de los partidos políticos,[9]​ el rey Juan Carlos I designó a Leopoldo Calvo-Sotelo candidato a presidente del Gobierno el 10 de febrero de 1981.[10]

Primera votación de la sesión de investidura

En este enrarecido escenario, el 19 de febrero de 1981 empezó la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados, donde Calvo-Sotelo presentó su propuesta de Gobierno. En la votación del día 20 no obtuvo la mayoría absoluta necesaria,[11]​ por lo que debía producirse una nueva votación cuarenta y ocho horas después, el día 22 de febrero, tal como establece el artículo 99.3 de la Constitución española. Como el 22 de febrero era domingo, el presidente del Congreso de los Diputados, Landelino Lavilla, decidió aplazar la segunda votación al lunes, 23 de febrero. Este último es el día que elegirían los golpistas para su tentativa de golpe de Estado. Una tentativa en la que iban a confluir las voluntades de un golpe duro, promovido por el teniente general Milans del Bosch y uno blando promovido por el general Armada,[12][13]​ en aquel momento hombre de confianza del rey.[14]

Desarrollo

Cronología de los hechos[15][16][17]

23 de febrero

  • 16:45.— Se abre la 2ª sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo en el Congreso.
  • 18:00.— Comienza la votación nominal.
  • 18:23.— Tejero irrumpe en el hemiciclo junto con varios guardias civiles.
  • 19:00.— En Valencia, Milans del Bosch declara el estado de excepción.[nota 3]
  • 19:30.— Milans del Bosch despliega la División Maestrazgo en Valencia.
  • 21:00.— Formación de un Gobierno provisional.
  • 23:50.— Entra Armada en el Congreso.

24 de febrero

  • 01:14.— Mensaje televisado del rey.
  • 01:18-01:30.— Armada abandona el Congreso.
  • 05:45.— Milans del Bosch anula el estado de excepción.[nota 4]
  • 10:00.— Salen las diputadas del Congreso.
  • 12:15.— Salen los diputados del Congreso.

Asalto al Congreso de los Diputados

Disparos en el techo del Salón de plenos del Congreso de los Diputados

A las seis en punto de la tarde del 23 de febrero de 1981 empezó la segunda votación nominal para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, presidido por Landelino Lavilla.[18]​ El primer diputado en votar fue José Manuel García Margallo.[19]​ A las 18:23 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo,[20]​ se inició la Operación Duque de Ahumada,[21][22]​ en referencia al fundador de la Guardia Civil. Según el plan trazado, un grupo de doscientos guardias civiles,[23]subfusil en mano, irrumpió en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero.[24]​ Este, desde la tribuna, gritó «¡Quieto todo el mundo!» [sic] y dio orden de que todos se tirasen al suelo.[25]

Como militar de más alta graduación allí presente y como vicepresidente del Gobierno, el teniente general del Ejército de Tierra Gutiérrez Mellado se levantó, se dirigió al teniente coronel Tejero y le ordenó que se pusiera firme y le entregase el arma. El presidente del Gobierno Adolfo Suárez hizo ademán de ayudar a Gutiérrez Mellado. Tras un brevísimo forcejeo de Gutiérrez Mellado con varios guardias civiles, Tejero efectuó un disparo al aire que fue seguido por unas ráfagas de los subfusiles de los asaltantes.[26]​ En un informe realizado en diciembre de 1981 por el Arquitecto Conservador se identificaron un total de 37 señales, de las cuales 23 estaban en la bóveda del Hemiciclo y 14 en la galería de tribunas.[27][28][29]​ Estos disparos provocaron algunos orificios en el techo del hemiciclo, cuyas esquirlas provocaron heridas leves en un diputado y algún invitado en la tribuna.[30]​ Sin inmutarse, con los brazos en jarras, el anciano teniente general permaneció indiferente al sonido de las armas. Mientras la mayor parte de los diputados obedecía las órdenes de Tejero, el diputado Santiago Carrillo y el presidente Suárez se mantuvieron sentados en sus escaños. Entonces, Tejero se dirigió a Gutiérrez Mellado, le zarandeó y agredió por la espalda, sin conseguir que el teniente general cayera al suelo. Finalmente, Gutiérrez Mellado volvió a su escaño.[31]

Casi todos los diputados permanecieron tendidos en el suelo hasta alrededor de las 18:30, cuando se incorporaron en sus asientos. Posteriormente, el capitán de la Guardia Civil Muñecas Aguilar se dirigió a la tribuna de oradores y anunció que debían esperar hasta la llegada de la «autoridad competente, militar, por supuesto». Insistió en que estuvieran todos tranquilos.[32]

Carmen Fernández de Córdoba y Calleja, sobrina del teniente general Gutiérrez Mellado, que estaba embarazada de gemelos, se considera la primera civil a la que permitieron abandonar el hemiciclo, .[30]

Hacia las 19:35, el presidente Suárez se levantó del banco azul y pidió hablar con el que mandaba la fuerza. Se oyeron unos gritos y un guardia civil pidió tranquilidad a los diputados, amenazando con la metralleta. Uno de los asaltantes dijo: «Señor Suárez, permanezca en su escaño». El presidente comenzó a hablar cuando alguien gritó: «¡Se sienten, coño!».[33]​ Tradicionalmente se atribuye esta frase al teniente coronel Tejero, aunque probablemente la pronunciara el teniente Ramos Rueda.[34]

Pedro Francisco Martín, operador de Televisión Española, grabó más de media hora del momento, aportando al mundo un documento audiovisual de valor incalculable sobre la tentativa de golpe de Estado.[35]​ Las imágenes del Congreso no se emitieron en directo, solamente por el circuito interno de Televisión Española.[36]​ Se estaban grabando para darlas en diferido y se esperó hasta que el Congreso fuera desalojado para emitirlas en televisión.[37]​ Con la toma del hemiciclo y el secuestro de los poderes ejecutivo y legislativo, se intentaba conseguir el llamado vacío de poder, sobre el cual se pretendía generar un nuevo poder político.

A las 19:40 horas, Tejero cogió por el brazo al presidente Suárez, y ambos salieron del hemiciclo.[38][39]​ Se dirigieron al cuarto de ujieres, donde Suárez pidió a Tejero que explicara «qué locura es ésta». Tejero se limitó a decir que era «todo por España». Ante la insistencia de Suárez, Tejero le replicó: «Tú ya no eres presidente de nada».[40][41]​ Pasadas las 20:00 horas, otros cinco asistentes al Pleno fueron separados del resto: el vicepresidente del Gobierno, teniente general Gutiérrez Mellado; y cuatro importantes diputados: el líder de la oposición y secretario general del PSOE, Felipe González;[42]​ el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra; el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo;[43]​ y el ministro de Defensa y presidente de la UCD, Agustín Rodríguez Sahagún.[44]

El diario El País, casi inmediatamente posterior al asalto del Congreso, decide lanzar una edición especial de repulsa al Golpe (primera de las siete ediciones que lanzó). Dos horas después, a las 21 horas, el diario estaba en la calle con el titular: «Golpe de Estado. El País, con la Constitución».[45][46]​ Recuadrado, también en primera plana, se lee:

¡Viva la Constitución! En la hora que un atentado alevoso contra el pueblo español a manos de unos hombres armados que pretenden por la fuerza sustituir la soberanía de los ciudadanos, El País sale a la calle en defensa de la ley y la Constitución. La rebelión debe ser abortada; sus culpables, detenidos, juzgados severamente y condenados para ejemplar escarmiento de la Historia.[47]

Aquella noche es recordada como «la noche de los transistores», debido a que la Cadena SER continuó emitiendo y una buena parte de la población la pasó conectada a la radio siguiendo los acontecimientos.[48][49]​ Mariano Revilla —técnico— y Rafael Luis Díaz —cronista de la Cadena SER— relataron el asalto desde el interior del Congreso y consiguieron dejar micrófonos conectados para grabar el sonido ambiente.[50]

Ocupación militar de Valencia

Tanque M-47E1 del Ejército de Tierra que fue el modelo utilizado por la División de Infantería Motorizada Maestrazgo nº 3 para ocupar Valencia por orden del teniente general Milans del Bosch.

Poco después de la entrada de Tejero al Congreso y siguiendo el plan previsto, se sublevó en Valencia el capitán general de la iii región militar, Jaime Milans del Bosch. Este desplegó la División Motorizada Maestrazgo, con dos millares de hombres y cincuenta carros de combate, a las calles. Los efectivos se desplegaron desde el puerto de Valencia hasta el centro de la ciudad, donde apuntaban a los edificios institucionales, como el Ayuntamiento o las Cortes valencianas. La ocupación, que recibía el nombre de Operación Turia, era clave para que otras regiones militares se incorporasen al golpe de estado.[51]

Hacia las siete de la tarde, las emisoras de radio valencianas comenzaron a emitir un comunicado[nota 3]​ de Milans del Bosch en el que declaraba el estado de excepción.[53]​ Milans intentó convencer a otros militares de secundar la acción.

Aquella noche la ciudad estuvo rodeada de militares con blindados y otros camiones del ejército que habían salido de las bases de Bétera y Paterna. Una columna blindada se dirigió a la base aérea de Manises para convencer a su comandante de que se sumase al golpe, pero este no solo no lo hizo, sino que amenazó incluso con desplegar dos cazas equipados con misiles aire-tierra contra los tanques, optando estos por regresar.[54]

Situación de las regiones militares

Cerca de dos horas después del asalto al Congreso de los Diputados, Juan García Carrés le transmitió lo siguiente al teniente coronel Tejero: la ii región militar (Sevilla), la iii (Valencia), la iv (Barcelona) y la v (Zaragoza) se habían sublevado y apoyaban el nombramiento de Jaime Milans del Bosch como presidente del Gobierno.[55]

Poco después le dijo que la i (Madrid) y las Capitanías Generales de Baleares y de Canarias eran dudosas. La vii región militar (Valladolid) y el jefe de la Zona Marítima del Mediterráneo, capitán general Juan Carlos Muñoz-Delgado y Pintó, le transmitieron al rey que estaban a su disposición para lo que él quisiera.

La v región militar (Zaragoza) adquiere una importancia especial porque ese día se encontraban en la capital aragonesa varias unidades de la División Acorazada Brunete realizando prácticas de tiro. Pero ninguno de estos capitanes generales apoyaría firmemente el golpe. El único capitán general que se sublevó fue Jaime Milans del Bosch, quien con la asistencia del Teniente Coronel Pedro Más Oliver y al Coronel Diego Ibáñez Inglés, sacó 1800 hombres, decenas de vehículos militares y 40 tanques a las calles de Valencia.[56]

Sin embargo, según una nota publicada por el periódico El País,[57][58]​ al parecer escrita durante el golpe por el teniente general Guillermo Quintana Lacaci, la situación de las capitanías era la siguiente:

Regiones militares de España (1939-1984)[56]
Número Escudo Región y capitanía Teniente General al mando Posicionamiento
I Coat of Arms of the Former 1st Spanish Military Region (Until 1984).svg Primera Región Militar, capitanía general de Madrid. Guillermo Quintana Lacaci. Leal al rey y a la constitución.
II Coat of Arms of the Former 2nd Spanish Military Region (Until 1984).svg Segunda Región Militar, capitanía general de Sevilla. Pedro Merry Gordon. A la espera de acontecimientos.
III Coat of Arms of the Former 3rd Spanish Military Region (Until 1984).svg Tercera Región Militar, capitanía general de Valencia. Jaime Milans del Bosch Sublevada.
IV Coat of Arms of the Former 4th Spanish Military Region (Until 1984).svg Cuarta Región Militar, capitanía general de Barcelona. Antonio Pascual Galmes. Leal, pero si la V (Zaragoza) se hubiese sublevado también lo habría hecho.
V Coat of Arms of the Former 5th Spanish Military Region (Until 1984).svg Quinta Región Militar, capitanía general de Zaragoza. Antonio Elícegui Prieto. Pendiente de lo que hacia la I (Madrid).
VI Coat of Arms of the Former 6th Spanish Military Region (Until 1984).svg Sexta Región Militar, capitanía general de Burgos. Luis Polanco Mejorada. Leal al rey y a la constitución.
VII Coat of Arms of the Former 7th Spanish Military Region (Until 1984).svg Séptima Región Militar, capitanía general de Valladolid. Ángel Campano López. A la espera de acontecimientos.
VIII Coat of Arms of the Former 8th Spanish Military Region (Until 1984).svg Octava Región Militar, capitanía general de La Coruña. Manuel Fernández Posse. Leal al rey, pero si la VI (Burgos) se hubiese sublevado también lo habría hecho.
IX Coat of Arms of the Former 9th Spanish Military Region.svg Novena Región Militar, capitanía general de Granada. Antonio Delgado Álvarez. Leal al rey y a la constitución.
Baleares Coat of Arms of the Former General Captaincy of the Balearic Islands (Until 1984).svg Capitanía General de Baleares. Manuel De la Torre Pascual. A la espera de acontecimientos. Si la III (Valencia) de Milans hubiera tenido éxito quizá se le hubiera unido.
Canarias Coat of Arms of the Former General Captaincy of the Canary Islands (Until 1984).svg Capitanía General de Canarias. Jesús González del Yerro. Dudas. Al enterarse del protagonismo de Milans y de que Armada sería presidente, se muestra leal al rey y a la Constitución. Desconfía de Armada.

Gobierno provisional de subsecretarios

A las nueve de la noche, un comunicado del Ministerio del Interior informaba de la constitución de un gobierno provisional con los subsecretarios de todos los ministerios, presidido por Francisco Laína, director de la Seguridad del Estado, para asegurar la gobernación del Estado y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor.[59]​ Entretanto, otro general golpista, Torres Rojas, fracasaba en su intento de suplantar en el mando de la División Acorazada Brunete al general Juste, jefe de la misma, abortándose la pretensión de ocupar los puntos estratégicos de la capital, entre ellos la sede de Radio y Televisión, y la difusión de un comunicado relatando el éxito del golpe.

Negativa del rey

La negativa del rey Juan Carlos I a apoyar el golpe permitió abortarlo a lo largo de la noche. El propio monarca se aseguró mediante gestiones personales y de sus colaboradores la fidelidad de los mandos militares, aunque algunas fueran ambiguas, como por ejemplo la respuesta del capitán general de Baleares, Manuel de la Torre Pascual (amigo personal de Pedro Mas Oliver, teniente coronel ayudante de campo de Milans del Bosch) al presidente del Consejo General Interinsular (CGI)[nota 5]Jerónimo Albertí: «Estamos atentos pero tranquilos, aunque dispuestos a sacar las tropas a la calle, si la situación lo requiere». También destacó la actitud del presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, quien poco antes de las diez de la noche transmitía a toda España por las emisoras de Radio Nacional y Radio Exterior una alocución donde llamaba a la tranquilidad. Hasta la una de la noche tuvieron lugar gestiones desde el Hotel Palace, en los alrededores del Congreso, lugar elegido como centro de operaciones por el general Aramburu Topete, entonces director general de la Guardia Civil (teniendo bajo sus órdenes directas a mandos del Cuerpo, como el coronel jefe de Madrid Constantino Gómez González) y el general Sáenz de Santa María, a su vez director general de la Policía Nacional.

El monarca también contó con la ayuda de Sabino Fernández Campo, en aquel momento secretario general de la Casa del Rey, que ayudó al rey realizando llamadas a diversos sectores militares como capitanías generales, estado mayor, etcétera.

El golpe blando de Armada

El general Alfonso Armada formaba parte del plan golpista. Armada había sido nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército semanas antes del asalto al Congreso[60]​ y había sido un hombre de confianza del rey.[61]​ Armada quería dar un golpe blando emulando al golpe que llevó a cabo el general francés De Gaulle en 1958.[62]​ El objetivo de Armada no era acabar con la monarquía ni con la democracia,[63]​ sino convertirla en un sucedáneo de democracia.[64]

Tras el asalto al Congreso de Tejero y la ocupación de Valencia de Milans del Bosch, Armada pretendía acercarse al rey para ofrecerse como solución y reconducir el golpe en supuesto beneficio del país y de la Corona.[65]​ Pretendía comparecer en el Congreso como enviado del rey para proponer un Gobierno de compromiso presidido por él mismo.[66]​ Sin embargo, su plan se vio truncado: el secretario del rey, Sabino Fernández Campo, no permitió que Armada acudiera al Palacio de la Zarzuela, impidiendo que ejerciera su influencia sobre el monarca.[67][68]

Ante la imposibilidad de entrar en la Zarzuela, Milans llamó a Armada hacia las diez de la noche[69]​ y le propuso una variante del plan original: que Armada acudiera al Congreso y negociara el previsto Gobierno de unidad a cambio de la liberación de los diputados y la revocación del estado de excepción de Milans del Bosch.[70]​ Armada llamó a la Zarzuela para pedir su apoyo al plan. Fernández Campo le prohibió hablar en nombre del rey, pero no le impidió acudir al Congreso.[71]

A las 23:50 horas,[72]​ Alfonso Armada se presentó en el Congreso con un doble objetivo: convencer al teniente coronel Tejero para que depusiera su actitud y asumir él mismo el papel de jefe del Gobierno a las órdenes del rey, en actitud claramente anticonstitucional. Pero Armada, siendo la «autoridad competente» esperada por Tejero no le propone una junta militar presidida por Milans, o un Gobierno en el que Milans fuera ministro de defensa, sino una lista de políticos de todos los partidos, con el propio Alfonso Armada como presidente del Gobierno, Felipe González como vicepresidente para Asuntos Políticos, los socialistas Gregorio Peces-Barba (Justicia), Enrique Múgica (Sanidad) y Javier Solana (Transportes) y entre los representantes del Partido Comunista a Jordi Solé Tura en Trabajo y a Ramón Tamames en Economía, que formarían un Gobierno de concentración. En este Gobierno estarían también presentes: el aliancista Manuel Fraga (Defensa), los centristas Pío Cabanillas (Hacienda), José Luis Álvarez Álvarez (Obras Públicas), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Educación), y Agustín Rodríguez Sahagún (Industria); el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat (Comercio), el director de la Agencia EFE, Luis María Ansón (Información), el abogado Antonio Garrigues Walker (Cultura), el banquero José María López de Letona (Vicepresidente para Asuntos Económicos), José María de Areilza (Asuntos Exteriores), y dos militares: el general José Antonio Sáenz de Santamaría (Autonomías) y el general Manuel Saavedra Palmeiro (Interior).[73][74][75][76]

Ante la propuesta de Armada, Tejero le respondió airadamente: «Mi general: yo no he asaltado el Congreso para esto».[77]​ Tras una agria discusión, el teniente coronel despachó violentamente al general Armada sin dejar que se dirigiera a los diputados. Perdida toda opción sobre su «solución», Armada salió del Palacio de las Cortes y dijo refiriéndose a Tejero: «este hombre está completamente loco».[78][79]

Más tarde, cuando fueron descubiertos los planes de Armada, sería relevado de su puesto de Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército por su implicación en la trama golpista.[80]​ No obstante, el propio Armada ha negado que propusiera tal Gobierno o que quisiera dar un «golpe blando».[81]

Intervención televisiva del rey

A la una y catorce minutos de la madrugada del día 24 de febrero[82]​ se emitió a través de la primera cadena de televisión un mensaje del rey Juan Carlos I, vestido con uniforme de capitán general de los Ejércitos. El mensaje había sido grabado una hora antes en el despacho del rey en el Palacio de la Zarzuela.[83]​ El rey se dirigió a la nación para situarse contra los golpistas, defender la Constitución, llamar al orden a las fuerzas armadas en su calidad de comandante en jefe y desautorizar a Milans del Bosch.[84]​ A partir de ese momento, el golpe se da por fracasado.[85]

Al dirigirme a todos los españoles, con brevedad y concisión, en las circunstancias extraordinarias que en estos momentos estamos viviendo, pido a todos la mayor serenidad y confianza y les hago saber que he cursado a los capitanes generales de las regiones militares, zonas marítimas y regiones aéreas la orden siguiente:

«Ante la situación creada por los sucesos desarrollados en el Palacio del Congreso y para evitar cualquier posible confusión, confirmo que he ordenado a las Autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente.

»Cualquier medida de carácter militar que, en su caso, hubiera de tomarse deberá contar con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor.»

La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum.
Discurso del rey Juan Carlos I.

Final del golpe

Hacia la 1:00 de la madrugada, el teniente general Milans del Bosch recibió la llamada del Rey ordenándole retirar las tropas.[86][87]​ Poco después, Milans dio la orden de regresar a sus unidades a los contingentes militares que ocupaban Valencia. A las 5:45 la Capitanía General de la III Región Militar hizo un comunicado[nota 4]​ en el que anulaban las medidas de estado de excepción.[88]

Por otro lado, Tejero resistió hasta el mediodía del día 24. Hacia las 10:00 horas se permitió la salida de las diputadas del Congreso de los Diputados.[89]​ A las 10:30, Tejero negoció con Armada las condiciones de su rendición. Las condiciones incluían la salida de Tejero sin la presencia de periodistas y que los guardias de rango inferior hasta teniente no serían juzgados. La Zarzuela dio su conformidad al acuerdo. Este pacto se conoce como el pacto del capó, ya que se firmó sobre el capó de un Land Rover.[90]

A mediodía se incorporaron al Hemiciclo los diputados que la noche anterior habían sido obligados a abandonarlo.[91]​ Seguidamente, se procedió a desalojar el Congreso de los Diputados y a las 12:15 todo había terminado.[92]

Reacciones internacionales

Nada más producirse el asalto al Congreso, el golpe fue condenado con toda dureza por los países de la Comunidad Económica Europea, con quienes España estaba negociando una adhesión que se produciría finalmente en 1986. De entre todos los estados miembros conviene destacar por su energía la protesta del Reino Unido y especialmente la reacción de la entonces primera ministra, Margaret Thatcher,[93]​ que calificó la sublevación militar como «un acto terrorista».[cita requerida]

Estados Unidos

Por su parte, Estados Unidos se mantuvo oficialmente neutral en cuanto al proceso. Sin embargo, durante el juicio, Tejero afirmó que «tanto el gobierno de EE. UU. como el Vaticano habían sido sondeados por el general Armada». Tras la entrada de Tejero en el Hemiciclo, el secretario de Estado norteamericano, el general Alexander Haig, se limitó a decir que «El asalto al Congreso de los Diputados es un asunto interno de los españoles»,[94]​ lo que le valió severas críticas internacionales.[95][96]​Una vez fracasado el golpe, Estados Unidos cambió el tono de sus declaraciones radicalmente: «Tenemos que congratularnos de que en España haya triunfado la democracia».[97]

Santa Sede

Según Santiago Carrillo, el Vaticano «también conocía lo que iba a pasar». El día 23 el episcopado español se encontraba reunido en asamblea plenaria, pero no realizó declaraciones hasta el día 24, cuando condenó el golpe ya fracasado. También según Carrillo, un asistente a la asamblea, que no era obispo sino cura, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución, pero no lo logró.[98]

El juicio y las consecuencias del golpe

Tras el golpe quedaron algunos interrogantes, especialmente referidos al papel que jugó cada uno de los principales golpistas y especialmente a las intenciones y apoyos de Armada. Las consecuencias más destacadas fueron el inicio de un proceso de involución autonómica con la aprobación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), posteriormente declarada parcialmente inconstitucional, y que la monarquía salió poderosamente reforzada entre la población y los medios políticos.

El juicio ante el Consejo Supremo de Justicia Militar comenzó el 19 de febrero de 1982.[99]​ El 3 de junio se hizo pública la sentencia[100]​ del conocido como Juicio de Campamento.

El recurso de casación

La sentencia del Consejo de Guerra fue recurrida en casación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, tanto por las defensas como por el Ministerio Fiscal, que la consideró excesivamente benévola. Tras la vista de los recursos, el Tribunal Supremo hizo pública la sentencia firme, cuyo ponente fue el Magistrado Luis Vivas Marzal, el 28 de abril de 1983.[101]​ En la sentencia del Supremo se acogieron sustancialmente los recursos del Ministerio Público, defendidos por el Teniente Fiscal, Cándido Conde-Pumpido Ferreiro, incrementando de forma relevante las penas impuestas al General Armada y a otros acusados, siendo condenados a 30 años de reclusión, como principales responsables del golpe de Estado, Milans del Bosch, Alfonso Armada y Antonio Tejero Molina.

La trama civil del golpe nunca fue investigada de modo riguroso, siendo el único civil condenado el exdirigente de los Sindicatos Verticales de la dictadura franquista Juan García Carrés.

El papel del CESID

Asimismo, no ha sido suficientemente aclarado el papel desempeñado por el comandante del entonces denominado CESID,[102]​ hoy Centro Nacional de Inteligencia, José Luis Cortina, absuelto en el juicio por falta de pruebas, si bien el capitán Gómez Iglesias, un subordinado suyo, fue condenado por organizar la llegada de los guardias civiles asaltantes al Congreso utilizando vehículos, placas de matrícula falsas y equipos de transmisiones pertenecientes a la escuela de agentes operativos del CESID.

Tres meses antes del golpe de estado del 23-F, el CESID avisó al presidente del Gobierno y a algunos de sus ministros de una serie de operaciones en fase de maduración para torcer el curso de los acontecimientos políticos.... Pero el plan del que se daban más detalles –y al que los autores del documento concedían un alto grado de viabilidad e incluso le ponían fecha: primavera de 1981– consistía en forzar la dimisión de Adolfo Suárez como jefe del Gobierno y asegurar el apoyo parlamentario de UCD y PSOE a un nuevo presidente, que sería “un general con respaldo, pero no protagonismo político, del resto de la estructura militar”, a fin de configurar un “Gobierno de gestión o de salvación nacional”.[103]

Por su parte, el general Carlos Alvarado confesó tras la prescripción de los delitos juzgados por el 23-F su participación en el intento de golpe de estado.[104]

El «Elefante Blanco» y el papel de la casa real

La identidad del popularmente conocido como «Elefante Blanco», el militar promotor del golpe al que Tejero esperaba en el Congreso de los Diputados para hacerse cargo del gobierno fue durante un tiempo motivo de especulación. Sin embargo los hechos y personas parecen claros. A las doce y media de la noche del 24 de febrero el General Armada dio la contraseña a los guardias civiles que custodiaban la entrada al Congreso: "Duque de Ahumada". Tejero acude inmediatamente y se cuadra ante el general, sin duda aliviado por la llegada de la autoridad militar esperada. Sin embargo cuando el General Armada le muestra la lista con el Gobierno de Unidad en la que figuran destacados políticos socialistas y el propio Santiago Carrillo se niega a aceptarlo. Tras una conversación de una hora que incluyó una infructuosa llamada (que está grabada) del General Armada al General Milans del Bosch para que hiciera entrar en su razón al Teniente Coronel Tejero el general Armada se va sin conseguir su propósito.[105]

Para algunos, como el senador Iñaki Anasagasti o Pilar Urbano, el rey, presionado por la ofensiva de ETA, conocía los preparativos aunque se echó atrás en el último momento al intuir violencia. Hay que recordar que Armada, el cerebro del golpe, era muy amigo y padrino de Juan Carlos, había sido Secretario de la Casa Real durante años de lo que se valió para hacer creer a otros militares que el golpe tenía la aquiescencia de la Zarzuela.[106][107][108]

Sin embargo, en el libro del coronel Antonio J. Candil titulado 23-F. El golpe del Rey publicado en 2020, se narra que «Elefante Blanco» en realidad no hacía alusión a ninguna divinidad ni a un personaje del estamento militar en concreto, sino que se referiría a un club nocturno de copas, un bar de citas eróticas situado en los bajos del que entonces era el cine Coliseum de Madrid situado en la Gran Vía madrileña. Club al que el capitán José Luis Cortina, entonces comandante y hombre clave del espionaje del CESID, habría llevado a Juan Carlos siendo este último aún príncipe en alguna de las escapadas nocturnas que solían llevar a cabo. Sería entonces José Luis Cortina, quien informaría a Tejero el 21 de febrero de 1981 del nombre en clave que se referiría a Juan Carlos como guía del golpe. Antonio J. Candil conocería todos estos datos porque en ese momento, él mismo se encontraba en segundo curso en la Escuela de Estado Mayor del Ejército de Madrid, y conoció personalmente a la mayor parte de los implicados, e incluso estuvo a las órdenes de algunos de ellos.[109][110]

Condenados

Los treinta condenados en el juicio fueron los siguientes:[100][101]

Miembros de las Fuerzas Armadas
  1. Jaime Milans del Bosch y Ussía. Teniente General y Capitán General de la III Región Militar. Condenado a 30 años. Puesto en libertad condicional en 1990.[111]​ Falleció en 1997.[112]
  2. Alfonso Armada Comyn. General de División y 2º Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Condenado a 6 años, ampliada a 30 por el Tribunal Supremo. Indultado en 1988.[113]​ Falleció en 2013.
  3. Luis Torres Rojas. General de División y Gobernador Militar de La Coruña. Condenado a 6 años, ampliada a 12 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1988.[114]​ Falleció en 2014.
  4. Camilo Menéndez Vives. Capitán de Navío. Condenado a 1 año. Falleció en 1995.
  5. Diego Ibáñez Inglés. Coronel de Ingenieros y 2º Jefe de Estado Mayor de la III Región Militar. Condenado a 5 años, ampliada a 10 por el Tribunal Supremo. Falleció en 1987.[115]​ Único condenado que falleció en prisión.
  6. José Ignacio San Martín López. Coronel de Artillería y Jefe de Estado Mayor de la División Acorazada Brunete. Condenado a 6 años, ampliada a 10 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1986.[116]​ Falleció en 2004.
  7. Pedro Mas Oliver. Teniente Coronel de Infantería. Condenado a 6 años. Falleció en 1991.
  8. Ricardo Pardo Zancada. Comandante de Infantería. Condenado a 6 años, ampliada a 12 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1987.[117]
  9. Carlos Alvárez-Arenas Pardinas. Capitán de Infantería. 3 años de suspensión de empleo.
  10. José Pascual Gálvez. Capitán de Infantería. 3 años de suspensión de empleo.
  11. Francisco Dusmet García-Figueras. Capitán de Infantería. 2 años de suspensión de empleo.
  12. José Cid Fortea. Capitán de Intendencia. 2 años de suspensión de empleo.
Miembros de la Guardia Civil
  1. Miguel Manchado García. Coronel. Condenado a 6 años, ampliada a 8 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1985.[118]​ Falleció en 2010.
  2. Antonio Tejero Molina. Teniente Coronel. Condenado a 30 años. Puesto en libertad condicional en 1996.[119]
  3. Vicente Gómez Iglesias. Capitán. Agente del CESID. Condenado a 6 años. Indultado en 1984.
  4. Jesús Muñecas Aguilar. Capitán. Condenado a 5 años.
  5. José Luis Abad Gutiérrez. Capitán. Condenado a 5 años.
  6. Enrique Bobis González. Capitán. Condenado a 3 años.
  7. Francisco Acera Martín. Capitán. Condenado a 3 años.
  8. Carlos Lázaro Corthay. Capitán. 3 años de suspensión de empleo. Falleció en 2006.
  9. Juan Pérez de la Lastra. Capitán. 3 años de suspensión de empleo.
  10. César Álvarez Fernández. Teniente. Condenado a 1 año.
  11. Pedro Izquierdo Sánchez. Teniente. Condenado a 1 año.
  12. Vicente Ramos Rueda. Teniente. Condenado a 1 año.
  13. Santiago Vecino Núñez. Teniente. Condenado a 1 año. Falleció en 1983.
  14. Manuel Boza Carranco. Teniente. Condenado a 1 año.
  15. Jesús Alonso Hernaiz. Teniente. Condenado a 1 año.
  16. José Núñez Ruano. Teniente. 1 año de suspensión de empleo.
  17. Vicente Carricondo Sánchez. Teniente. 1 año de suspensión de empleo.
Civiles
  1. Juan García Carrés. Exdirigente de los Sindicatos Verticales franquistas. Condenado a 2 años. Falleció en 1986.

Hubo tres procesados absueltos:

Miembros de las Fuerzas Armadas
  1. José Luis Cortina Prieto. Comandante de Infantería. Jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales del CESID.
  2. Juan Batista González. Capitán de Artillería.
Miembros de la Guardia Civil
  1. Francisco Ignacio Román. Capitán.

En la cultura popular

Véase también

Notas

  1. Adolfo Suárez siguió como presidente interino durante tres días más. El 26 de febrero, finalmente, Leopoldo Calvo-Sotelo tomó posesión como presidente.
  2. Aunque, como puede verse en las referencias, la forma más extendida es 23-F y la Ortografía de la lengua española de la Academia admite tanto la forma con guion como sin él como correctas, dicha Ortografía recomienda escribirlo 23F, por ser el signo innecesario.
  3. a b Bando difundido por el Capitán General de la III Región Militar el 23 de febrero de 1981:[52]
    EXCMO. SR. D. JAIME MILANS DEL BOSCH Y USSÍA, TENIENTE GENERAL DEL EJÉRCITO Y CAPITÁN GENERAL DE LA 3ª REGIÓN MILITAR

    HAGO SABER

    Ante los acontecimientos que se están desarrollando en estos momentos en la Capital de España y el consiguiente vacío de poder, es mi deber garantizar el orden en la Región de mi Mando hasta tanto se reciban las correspondientes instrucciones que dicte S.M. el Rey.

    En consecuencia,

    DISPONGO

    Artículo 1.º- Todo personal afecto a los Servicios Públicos de Interés Civil queda militarizado, con los deberes y atribuciones que marca la Ley.

    Artículo 2.º- Se prohíbe el contacto con las Unidades Armadas por parte de la población civil. Dichas Unidades repelerán sin intimidación ni previo aviso todas las agresiones que puedan sufrir con la máxima energía.

    Igualmente repelerán agresiones contra edificios, establecimientos, vías de comunicación y transporte, Servicios de agua, luz y electricidad, así como dependencias y almacenes de primera necesidad.

    Artículo 3.º- Quedarán sometidos a la Jurisdicción Militar y tramitados por procedimientos sumarísimos todos los hechos comprendidos en el Artículo anterior, así como los delitos de rebelión, sedición y de atentado o resistencia a los Agentes de la Autoridad. Los de desacato, injuria, amenaza o menosprecio a todo el personal militar o militarizado que lleve distintivo de tal, cualquiera que lo realice, propague, incite o induzca. Igualmente los de tenencia ¡lícita de armas o cualquier otro objeto de agresión.

    Artículo 4.º- Quedan prohibidos los lock-outs o huelgas. Se considerará como sedición el abandono del trabajo siendo principales responsables los dirigentes de sindicatos y asociaciones laborales.

    Artículo 5.º- Quedan prohibidas todas las actividades públicas y privadas de todos los partidos políticos, prohibiéndose igualmente las reuniones superiores a cuatro personas, así como la utilización por los mismos de cualquier medio de comunicación social.

    Artículo 6.º- Se establece el Toque de Queda desde las veintiuna a las siete horas, pudiendo circular únicamente dos personas como máximo durante el citado plazo de tiempo por la vía pública y pernoctando todos los grupos familiares en sus respectivos domicilios.

    Artículo 7.º- Sólo podrán circular los vehículos y transportes públicos, así como los particulares debidamente autorizados. Permanecerán abiertas únicamente las Estaciones de Servicio y Suministro de Carburantes que diariamente se señalen.

    Artículo 8.º- Quedan suspendidas la totalidad de las actividades públicas y privadas de todos los partidos políticos.

    Artículo 9.º- Todos los Cuerpos de Seguridad del Estado se mantendrán bajo mi Autoridad.

    Artículo 10.º- Igualmente asumo el poder judicial y administrativo, tanto del Ente Autonómico como de los Provinciales y Municipales.

    Artículo 11.º- Estas Normas estarán en vigor el tiempo estrictamente necesario para recibir instrucciones de S.M. el Rey o de la Superioridad.

    Este Bando surtirá efectos desde el momento de su publicación.

    Por último se espera la colaboración activa de todas las personas patriotas amantes del orden y de la paz, respecto a las instrucciones anteriormente expuestas.

    Por todo ello termino con un fuerte:

    ¡VIVA EL REY! ¡VIVA POR SIEMPRE ESPAÑA!

    Valencia, 23 de febrero de 1981

    EL TENIENTE GENERAL

    JAIME MILANS DEL BOSCH
  4. a b Bando difundido por el Capitán General de la III Región Militar el 24 de febrero de 1981, anulando el anterior:[52]
    EXCMO. SR. D. JAIME MILANS DEL BOSCH Y USSÍA, TENIENTE GENERAL DEL EJÉRCITO Y CAPITÁN GENERAL DE LA 3ª REGIÓN MILITAR

    HAGO SABER

    Que recibidas instrucciones dictadas por S.M. El Rey y garantizando el orden y seguridad ciudadana en el ámbito de esta Región de mi mando,

    DISPONGO

    Quede sin efecto lo dispuesto en el manifiesto publicado con fecha de ayer, día 23 de Febrero del presente año, desde el momento de la difusión de este comunicado.

    Quiero agradecer a todas las Autoridades, Entidades, Corporaciones, particulares y medios de comunicación social, la colaboración prestada y la comprensión de los motivos que produjeron la decisión transmitida en mi anterior comunicado.

    Igualmente, ante la imposibilidad de hacerlo personal o individualmente, quiero agradecer en nombre propio y en el de esta Capitanía General cuantas adhesiones y ofrecimientos he recibido.

    Al propio tiempo informo que las unidades militares seguirán adoptando el despliegue y medidas de seguridad pertinentes que les permita una pronta y eficaz actuación si fuera necesario, para garantía de la paz, orden y seguridad ciudadana.

    En todo momento, la intención de este Mando ha sido y es el Servicio de España, el respeto a la Ley bajo el mando supremo de S.M. El Rey (Q.D.G.) cuya adhesión inquebrantable queda patente hoy más que nunca.

    ¡VIVA EL REY! ¡VIVA SIEMPRE ESPAÑA!

    Valencia, 24 de Febrero de 1981

    EL TENIENTE GENERAL

    JAIME MILANS DEL BOSCH
  5. Órgano preautonómico de las Islas Baleares, predecesor del Parlamento de las Islas Baleares, activo entre 1978 y 1983.

Referencias

  1. «Golpe de Estado. El País con la constitución» (PDF). El País. 23 de febrero de 1981. Consultado el 23 de febrero de 2021. «¡Viva la Constitución! En la hora que un atentado alevoso contra el pueblo español a manos de unos hombres armados que pretenden por la fuerza sustituir la soberanía de los ciudadanos, El País sale a la calle en defensa de la ley y la Constitución.» 
  2. de Andrés, Jesús (2002). «El golpe de estado de La Transición. Las causas, actores, desarrollo y consecuencias de 23F». Actas del III Simposio de Historia Actual. Gobierno de La Rioja. Instituto de Estudios Riojanos. (en español) (Logroño: Carlos Navajas Zubeldia (ed.)): 463-482. 
  3. «El diario "El Alcázar", investigado como posible soporte de ideas sediciosas». El País. 1 de marzo de 1981. Consultado el 6 de marzo de 2016. 
  4. Romero Gómez, Emilio (31 de enero de 1981). «Las tertulias de Madrid». ABC. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  5. «Emilio Romero, Armada y el "golpe de timón"». El País. 2 de marzo de 1982. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  6. «Suárez: "No quiero que el sistema democrático sea un paréntesis en la historia de España"». El País. 30 de enero de 1981. Consultado el 6 de marzo de 2016. 
  7. «El Rey defiende en Guernica la democracia y las instituciones tradicionales vascas». El País. 5 de febrero de 1981. Consultado el 5 de octubre de 2016. 
  8. Unzueta, Patxo (7 de febrero de 1981). «ETAm asesinó ayer a José María Ryan, ingeniero de la central nuclear de Lemóniz». El País. Consultado el 5 de octubre de 2016. 
  9. «La propuesta de candidato a presidente del Gobierno, pendiente de las tensiones internas de UCD». El País. 1 de febrero de 1981. Consultado el 5 de octubre de 2016. 
  10. «Calvo Sotelo, designado por el Rey candidato a la Presidencia del Gobierno». El País. 11 de febrero de 1981. Consultado el 6 de marzo de 2016. 
  11. «A Calvo Sotelo le faltaron siete votos para la investidura». El País. 21 de febrero de 1981. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  12. Pinilla García, Alfonso (15 de octubre de 2007). Las muchas caras del 23F. Probabilidades, imprevisión y necesidad en la solución de una crisis (en español) (14 (Otoño, 2007)). Historia Actual Online (HAOL). pp. 147-164. ISSN 1696-2060. 
  13. Prieto, Carlos (22 de febrero de 2021). «Cercas: "En 1981, todos los militares de España querían dar un golpe de Estado"». En El Confidencial, ed. https://www.elconfidencial.com/ (en español). Consultado el 28 de febrero de 2021. 
  14. Ramírez, Daniel (21 de febrero de 2021). «Juan Carlos I y el general Armada: la relación que alimenta las teorías de la conspiración sobre el 23-F». En El Español, ed. https://www.elespanol.com/ (en español). Consultado el 28 de febrero de 2021. 
  15. Congreso de los diputados., ed. (23 de febrero de 1981). «Diario de sesiones del Congreso de los diputados – Sesión Plenaria 146». https://www.congreso.es (en español). Consultado el 28 de febrero de 2021. «El señor Presidente indica que el Pleno se reúne para dar cumplimiento a lo previsto en el artículo 99 de la Constitución y someter a una segunda votación la propuesta del candidato a la Presidencia del Gobierno, formulada a favor de don Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo.» 
  16. «Las 18 horas que pusieron en vilo a la democracia». La Vanguardia. EFE. 22 de febrero de 2011. Consultado el 27 de marzo de 2016. 
  17. «Cronología de los hechos». Levante-El Mercantil Valenciano. Consultado el 27 de marzo de 2016. 
  18. Nota de prensa del Congreso de los Diputados. «Landelino Lavilla, presidente del Congreso de los Diputados en la Primera Legislatura, fallece a los 85 años». Madrid. Consultado el 13 de abril de 2020. 
  19. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 24 de febrero de 2016. «18:00. Comienza la segunda votación para la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, después de la dimisión de su compañero de partido en la UCD Adolfo Suárez. El proceso es nominal. El primero en votar es el diputado José Manuel García Margallo.» 
  20. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 2. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo las dieciocho horas ventitrés minutos, cuando el Secretario Primero de la Cámara (Sr. Carrascal) llama a votar al Sr. Núñez Encabo, se escuchan gritos, voces y disparos procedentes del exterior del Salón de Sesiones.» 
  21. Urbano, Pilar (1982). Con la venia... yo indagué el 23-F. Barcelona: Argos-Vergara. p. 106. ISBN 978-84-7178-434-6. «En cuanto a la contraseña "Duque de Ahumada", Tejero dirá en cierto momento del proceso que "la conocían Milans, Armada y Cortina". Pero Armada, mejor dicho, Gabeiras, ya en la noche del 23-F ha de telefonear a Valencia para conocerla.» 
  22. Oneto, José (1981). La noche de Tejero. GeoPlaneta. p. 37. ISBN 978-84-320-3597-5. «La nueva Galaxia, la "operación Duque de Ahumada" estaba en marcha.» 
  23. Bravo Navarro, Martín (2006). 23-F: las claves de una trama oscura: reflexiones y conclusiones. Valladolid: Quirón Ediciones. p. 86. ISBN 978-84-96016-70-5. «inmediatamente tomó contacto con el Director de la Guardia Civil, quien le comunicó que el número de guardias que había ocupado el Congreso era de 200.» 
  24. «El Gobierno y los diputados, retenidos en el Congreso». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 24 de febrero de 2016. 
  25. Blanco Ortega, Juan (1995). 23-F: Crónica fiel de un golpe anunciado. Fuerza Nueva. p. 16. ISBN 978-84-7378-040-7. «El Teniente Coronel Tejero y otros miembros de la Guardia Civil se dirigen a la Cámara, gritando: "¡Alto! ¡Todo el mundo quieto! ¡Quieto todo el mundo!... ¡Silencio! ¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! ¡Al suelo todo el mundo! ¡Todo el mundo al suelo!"». 
  26. «Manuel Gutiérrez Mellado recrimina la actitud del golpista Antonio Tejero el 23-F». RTVE. 30 de enero de 2008. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  27. «La Mesa examina sendos informes sobre la caída de agua en el Hemiciclo y los impactos de bala del 23-F». Congreso de los Diputados. 29 de octubre de 2013. Consultado el 17 de febrero de 2021. 
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  29. «Impactos localizados. Informe 2». Congreso de los Diputados. Consultado el 17 de febrero de 2021. 
  30. a b Fernández de Córdoba y Calleja, Enrique (24 de febrero de 2011). «Un testigo del 23-F». ABC. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  31. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 5. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero se dirige al vicepresidente primero del gobierno y con ayuda de otros guardias, le zarandea y golpea violentamente. Incluso le agrede por la espalda, sin que el teniente general caiga al suelo. El vicepresidente primero ocupa su escaño.» 
  32. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 6. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Posteriormente, una persona que vestía uniforme de capitán de la Guardia Civil y que, según nuestra información, resultó ser el capitán Muñecas, se dirige a la tribuna de oradores diciendo lo siguiente: "Buenas tardes. No va a ocurrir nada; pero vamos a esperar un momento a que venga la autoridad militar competente para disponer lo que tenga que ser y lo que él mismo diga a todos nosotros. O sea, esténse tranquilos"». 
  33. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. pp. 9 y 10. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo, aproximadamente, las diecinueve horas treinta y cinco minutos, el presidente del Gobierno en funciones abandona el banco azul y se dirige a uno de los asaltantes diciendo: "¡Quiero hablar con el que manda la fuerza!". Se oyen gritos y voces que dicen: "¡Retírese! ¡Silencio! ¡Schsss!" Un guardia, situado en la parte superior derecha del hemiciclo, dice con toda claridad: "Tranquilos, señores; al próximo movimiento de manos, se mueve esto, ¿eh? (Señalando la metralleta). Así que los de las manitas ésas, tranquilos. Eso cuando estén solos. Aquí se ha acabado". Inmediatamente, el Señor Suárez, presidente del gobierno en funciones, se pone en pie. Una voz: "¡Señor Suárez, permanezca en su escaño!". Suárez dice: "Yo tengo la facultad, como presidente del Gobierno... (no se perciben las últimas palabras)". Suárez es interrumpido con diversos gritos del siguiente tenor literal: "¡Señor Suárez! ¡Se siente, coño! ¡Se siente! ¡Se siente! ¡Que se siente!" Mientras que estos gritos se producen, el Señor Presidente del Congreso hace repetidas llamadas a la tranquilidad, diciendo: "¡Por favor, por favor...!".» 
  34. Galán, Lola (20 de febrero de 2011). «Los que quedan del golpe». El País. Consultado el 15 de abril de 2016. «Otra de las frases célebres que se le atribuyen: "Se sienten, coño", no está claro que la pronunciara él, y hay quien sostiene que fue dicha por Vicente Ramos Rueda, uno de los oficiales de la Guardia Civil que le acompañaban.» 
  35. Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 36. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «José Marin Quesada fue el realizador de aquella transmisión. Según me comentó años después había distribuido en el Hemiciclo cuatro cámaras, dos centrales y dos en las esquinas. Las centrales fueron desactivadas por los asaltantes a base de golpes con las culatas de sus armas. Destrozaron las ópticas, los objetivos. Siguieron trabajando con las de los laterales. Hasta que un guardia civil inutiliza la situada a la derecha de la presidencia pidiendo al operador que la cierre. Al efectuar esta operación la cámara se apaga. Quedaba una cámara útil era la que manejaba Pedro Francisco Martín. En medio de aquel caos tuvo la sangre fría y el temple para apagar el piloto rojo, el “chivato” por el que se detecta que una cámara está activa. Gracias a ella pudimos ver lo que ocurría en el interior del hemiciclo. Esa cámara estuvo transmitiendo hasta el instante en el que el Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez se levantó de su escaño en el banco azul y se dirigió a uno de los asaltantes. Es cuando una voz le conminó a que ocupara de nuevo su asiento y se escucha la frase pronunciada por uno de los asaltantes que se hizo tristemente famosa en aquella jornada: “se sienten, ¡coño!”.» 
  36. Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 35. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «Televisión Española transmitía aquella tarde, por circuito interno, el acto de investidura del que iba a ser presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo.» 
  37. Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 34. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «Las imágenes del Congreso se estaban grabando para darlas en diferido; así lo había acordado por unanimidad el Consejo de Administración del Ente Público por entender que la sustitución de un Presidente del Gobierno dimitido es un acontecimiento que debe considerarse “normal” en un país democrático. Cuando llegué a Prado del Rey lo primero que hice fue verlas; pero ya me anunciaron que, con toda probabilidad, un grupo militar armado iba a ocupar la sede de RTVE; ello, unido a la lógica precaución por lo que podía suceder a los parlamentarios si dábamos las imágenes, me determinó a esperar hasta que la situación se aclarase.Por todo ello, decidí dar las imágenes en TV tan pronto como Tejero y sus hombres abandonaran el Congreso y no quedó ningún parlamentario dentro del Palacio de la Carrera de San Jerónimo; y así se hizo.» 
  38. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 11. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero coge por el brazo al presidente del Gobierno en funciones, y ambos salen del Hemiciclo; son aproximadamente, las diecinueve horas cuarenta minutos.» 
  39. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «19.40. Tejero coge por el brazo a Suárez y ambos salen del hemiciclo.» 
  40. García de Blas, Elsa (27 de enero de 2012). «Suárez a Tejero, el 23-F: “¡Explique qué locura es esta!”». El País. Consultado el 2 de marzo de 2016. 
  41. Beltrán, Juan (9 de febrero de 2014). «La conversación inédita entre Suárez y Tejero el 23-F». La Razón. Consultado el 2 de marzo de 2016. 
  42. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20:10. Un capitán y un individuo con metralleta y anorak verde pero sin distintivo de guardia, conminan a Felipe González (PSOE) y a Manuel Gutiérrez Mellado a que les acompañen. Se produce en la Cámara un grave silencio.» 
  43. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20:12. Los dos mismos individuos proceden de igual forma con Alfonso Guerra (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE), uno de los tres diputados que se han mantenido sentado cuando los militares han entrado.» 
  44. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20.15. Los mismos individuos requieren a Agustín Rodríguez Sahagún (UCD) a hacer lo mismo. Se escuchan en el hemiciclo estentóreos vivas y arribas de varios números en respuesta a uno de sus jefes. Parece que estén colocando a cada uno en habitaciones separadas.» 
  45. López Enano, Virginia (4 de marzo de 2016). «Un periódico frente al golpe de Estado del 23-F». En El País, ed. https://elpais.com/ (en español). Consultado el 23 de febrero de 2021. «Delkáder recuerda todavía las palabras que Cebrián dijo en aquel momento: “A lo mejor es lo último que haga como director, pero el periódico va a salir a la calle y lo va a hacer con un editorial contra los golpistas”. Dos horas más tarde se publicaba un cuadernillo de 16 páginas con un titular de cuerpo 72 (el doble del tamaño habitual de entonces) que sacudía a los lectores: Golpe de Estado. El País, con la Constitución.» 
  46. Gómez, Luis. «23F INSTRUCCIONES PARA DESPUÉS DE UN GOLPE DE ESTADO». En El País, ed. https://elpais.com/ (en español). Consultado el 23 de febrero de 2021. 
  47. El País, ed. (23 de febrero de 1981). «Golpe de Estado. El País con la constitución». https://elpais.com/ (en español). Consultado el 23 de febrero de 2021. 
  48. Casal, Javier (21 de febrero de 2011). «'La Noche de los Transistores', 30 años después». Cadena SER. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  49. «La noche de los transistores». El País. 25 de febrero de 1981. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  50. «Mariano Revilla y Rafael Luis Díaz. El técnico y el cronista de la cadena SER que relataron el asalto.». El País. 12 de abril de 2009. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  51. Alberola, Miquel (26 de febrero de 2006). «La ocupación de Valencia del 23-F». El País. Consultado el 9 de abril de 2016. 
  52. a b «23-F: los bandos de Milans del Bosch». Diariocrítico.com. 1 de enero de 2011. Consultado el 30 de marzo de 2016. 
  53. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 10 de abril de 2016. «19.13. Estado de excepción. El capitán general de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, emite un bando por las emisoras valencianas La voz de Castellón y Radio Castellón, que parecen haber sido tomadas también por los soldados. El general ha establecido el estado de excepción y el toque de queda en la región de 21 a 7 horas.» 
  54. Parrilla, José (23 de febrero de 2011). «El día de los tanques». Levante-EMV. Consultado el 10 de abril de 2016. «El único obstáculo que encontró Milans del Bosch en ese despliegue fue el Ala 11 del Ejército del Aire con base en Manises. Su coronel jefe se negó a acatar la orden y cuando una columna de vehículos se dirigía a la base para rendirla, éste amenazó con enviar dos cazas equipados con misiles aire-tierra para destruir a los tanques. Cuando el general golpista dio la orden de volver, dos de estos aviones ya tenían encendidos su motores, según reveló después el ministro Alberto Oliart en una entrevista radiofónica.» 
  55. «Grabaciones de Garcia Carres, 23F». CronoHistoria. 23 de febrero de 2009. Consultado el 9 de abril de 2016. «García Carrés: Y me ha dicho que os transmita a todos vosotros lo siguiente: la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta región militar apoyan el nombramiento de Jaime Milans del Bosch como presidente del Gobierno.» 
  56. a b Regla Escartín, Arturo (2013/2014). «Las imágenes del 23F (1981-2014)». En Universidad de Zaragoza. Facultad de Filosofía y Letras, ed. https://zaguan.unizar.es (en español). Consultado el 26 de febrero de 2021. 
  57. Medina, Francisco (2006). 23F, la verdad. Barcelona: Plaza & Janés. pp. 358-359. ISBN 978-84-01-37940-6. 
  58. El País publicó dicha nota el 17 de febrero de 1991.
  59. «El Rey ordenó a los subsecretarios y secretarios de Estado que asuman la gobernación del país». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 30 de marzo de 2016. «En estas circunstancias, los secretarios de Estado y subsecretarios de los diversos ministerios se han constituido en sesión permanente, por instrucciones de su majestad el Rey, para asegurar la gobernación del país, dentro de cauces civiles y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor, que igualmente se halla reunida». 
  60. «El general Armada, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército». El País. 4 de febrero de 1981. Consultado el 31 de julio de 2016. 
  61. Cercas, 2009, p. 165. «Armada, su viejo preceptor, su secretario de siempre, el hombre que durante años le sacó de tantos aprietos y estuvo a su lado en el momento difícil de restaurar la monarquía»
  62. Cercas, 2009, p. 271. «en lo esencial su golpe quería ser un golpe similar en la forma al golpe que llevó a la presidencia de la república francesa al general De Gaulle en 1958»
  63. Cercas, 2009, p. 271. «Armada no estaba contra la monarquía ni (al menos de manera frontal o explícita) contra la democracia»
  64. Cercas, 2009, p. 271. «con la misión de rebajar la democracia hasta convertirla en una semidemocracia o en un sucedáneo de democracia»
  65. Cercas, 2009, p. 168. «[tenía] la seguridad de que él aún podía encauzar aquella efusión militar —"reconducir" es el verbo que quizá hubiera empleado— en beneficio del país y de la Corona»
  66. Cercas, 2009, p. 169. «les hubiese persuadido de que la única forma de arreglarla y sobre todo de salvar la democracia amenazada consistía en formar un gobierno de coalición o concentración o unidad presidido por él mismo»
  67. Cercas, 2009, p. 167. «Y es entonces cuando Fernández Campo pronuncia la frase final: No, Alfonso. Quédate ahí. Si te necesitamos ya te llamaremos»
  68. Cercas, 2009, p. 167. «el antiguo secretario no pudo acercarse al monarca y la pieza fundamental del golpe no encontró su punto de encaje»
  69. Cercas, 2009, p. 311. «poco antes de las diez de la noche [...] más o menos a esa misma hora Milans llamó a Armada al Cuartel General del ejército»
  70. Cercas, 2009, p. 311. «[que Armada] acuda al Congreso ocupado desde el Cuartel General del ejército, hable con los diputados y forme con ellos el previsto gobierno de unidad bajo su presidencia a cambio de que Tejero los libere, de que Milans revoque el estado de excepción y de que la normalidad regrese al país»
  71. Cercas, 2009, p. 315. «Tiene que quedar claro que vas por tu cuenta, eso sí, y sólo para liberar al gobierno y a los diputados: no invoques al rey»
  72. «Milans y Armada se contradicen». ABC. 14 de agosto de 1981. p. 1. Consultado el 30 de marzo de 2016. «A las 23,50 horas del 23 de febrero el general Alfonso Armada entra en el Congreso. Habla con Tejero, quien no acepta la oferta de abandonar España con los oficiales que le han seguido.» 
  73. Fernández Barbadillo, Pedro (25 de febrero de 2009). «La lista del Gobierno del general Armada el 23-F». Periodista Digital. Archivado desde el original el 7 de julio de 2017. Consultado el 29 de febrero de 2016. 
  74. Medina, Francisco (2006). 23F, la verdad. Barcelona: Plaza & Janés. p. 380. ISBN 978-84-01-37940-6. 
  75. «El gobierno de Armada». El Mundo. 23 de febrero de 2006. p. 13 del Especial 25º aniversario del 23-F. 
  76. «El Gobierno de la 'Operación Armada'». Libertad Digital. Consultado el 19 de diciembre de 2017. 
  77. Pinilla García, Alfonso (23 de febrero de 2009). «¿Y si Tejero hubiera aceptado?». El Mundo. Consultado el 29 de febrero de 2016. «"Mi general: yo no he asaltado el Congreso para esto", afirma ante Armada un Tejero indignado al ver que su acción puede servir para que las poltronas del Ejecutivo sean ocupadas por quienes él considera los responsables de todos los males acaecidos en España desde la muerte de Franco.» 
  78. Ruiz Mantilla, Jesús (12 de abril de 2009). «23-F. El juicio de los hijos». El País. Consultado el 29 de febrero de 2016. «Armada abandonó la sala en la que discutió con Tejero muy irritado: "¡Este hombre está loco!".» 
  79. Oneto, José (1981). La noche de Tejero. GeoPlaneta. p. 186. ISBN 978-84-320-3597-5. «Alfonso Armada: Acabo de ver a Tejero, he estado con él en el Congreso. No atiende a razones. Está completamente loco.» 
  80. «Los generales Milans del Bosch y Armada, destituidos tras el fracaso del golpe militar». El País. 25 de febrero de 1981. p. 1. Consultado el 30 de marzo de 2016. 
  81. Iriarte, José Joaquín (20 de febrero de 2011). «La última entrevista de Alfonso Armada». ABC. p. 22. Consultado el 29 de marzo de 2016. 
  82. «23-F: El golpe, 20 años después». El Mundo. febrero de 2001. Consultado el 29 de febrero de 2016. «A la 1.14 horas de la madrugada, el Rey Juan Carlos I compareció a través de la primera cadena de televisión, para dar un mensaje de tranquilidad a los españoles, la mayoría de los cuales permanecían encerrados en sus domicilios, con la oreja pegada al transistor.» 
  83. G. Basterra, Francisco (27 de febrero de 1981). «Así se grabó y emitió el trascendental mensaje del Rey en la madrugada del martes». El País. Consultado el 10 de abril de 2016. «Son las 0.15 horas de la madrugada del martes 24 de febrero, la más larga de la historia de España de los últimos tiempos. El rey Juan Carlos, vestido con el uniforme de Capitán General del Ejército, con gesto serio y con voz firme, inicia desde su despacho, en el primer piso del palacio de la Zarzuela, su mensaje a la nación». 
  84. «El Rey ordena el mantenimiento del orden constitucional votado por el pueblo español». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 3 de marzo de 2016. 
  85. Apezarena, José (2013). Todos los hombres del rey. Madrid: BibliotecaOnline. ISBN 978-84-15599-75-3. «Cuando los españoles escuchan por televisión al Rey, respiran con alivio. Es la 1.12 de la madrugada. Muchos optan por irse ya a la cama. Están convencidos de que el golpe de Estado ha fracasado estrepitosamente.» 
  86. Rubio, Antonio (23 de febrero de 2006). «Informes confidenciales desvelan cómo se planificó desde Valencia el golpe de Estado del 23-F». El Mundo. Consultado el 10 de abril de 2016. «01.00 horas. "Llamada telefónica de S. M. a S. E. [Milans del Bosch] ordenándole retirar las tropas. Inmediatamente, el CAPGE [capitán general] lo ordena. Se despide con un fuerte abrazo. Estaba allí presente el general gobernador militar que llevaba el encargo del JEME [jefe del Estado Mayor del Ejército] de relevar a S. E. del Mando de la Capitanía General, por desobediencia".» 
  87. «Milans retira las tropas». ABC. 6 de febrero de 1982. p. 13. Consultado el 10 de abril de 2016. «El general Caruana se presenta en capitanía general y dice al teniente general Milans del Bosch que había recibido la orden del JEME de arrestarle. En ese momento le llama por teléfono al Rey. El general Caruana escucha las palabras con que el teniente general Miláns del Bosch se despide: "A las órdenes de Vuestra Majestad, Señor; mi lealtad hasta el fin" así como la orden de retirar las fuerzas, que el teniente general Milans del Bosch da inmediatamente después de colgar el teléfono.» 
  88. «Milans del Bosch anuló las medidas de estado de excepción en Valencia a las seis de la mañana». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  89. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 24. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Hacia las diez horas, el teniente Álvarez anuncia que, a petición de varios miembros del Gobierno y de otros Sres. Diputados, se va a autorizar la salida de las Diputadas. Estas, todas, se resisten tenazmente a abandonar la Cámara; ceden, ante los argumentos de sus compañeros, y salen todas las que se encontraban en ese momento en el Salón, con excepción de Doña María Izquierdo Rojo y Doña Pilar Brabo Castells.» 
  90. Apezarena, José (2013). Todos los hombres del rey. Madrid: BibliotecaOnline. ISBN 978-84-15599-75-3. «A la mañana siguiente, el teniente coronel Fuentes acude al Congreso para hablar con Pardo Zancada. A las diez y media llaman a Armada: Tejero y Pardo quieren concertar con él las condiciones de su rendición. Lee al jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor (Alfaro Arregui) la nota con las condiciones, éste consulta a La Zarzuela y se da conformidad. Tejero pide a Armada que firme la nota de capitulación, cosa que hace. Las condiciones de Tejero son: saldrá con sus hombres sin que haya periodistas y fotógrafos en la calle, los insurgentes regresarán a sus cuarteles y allí devolverán las armas; ninguno de los guardias, hasta teniente, debe ser acusado "porque me han seguido a las Cortes creyendo que seguíamos órdenes del Rey para liberar al gobierno de comandos terroristas de ETA". Es el famoso "pacto del capó", que se firma sobre el capó de un Land Rover». 
  91. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 27. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Se incorporan al Hemiciclo los Sres. Gutiérrez Mellado, Suárez, González Márquez, Guerra, Rodríguez Sahagún, Carrillo y Fraga.» 
  92. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 28. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Serían, aproximadamente, las doce horas y quince minutos de la mañana del martes 24 de febrero de 1981.» 
  93. Ortega, Andrés (12 de marzo de 1981). «Felipe González elogia la contundente condena de Margaret Thatcher ante el golpe de Estado». El País. 
  94. «Haig: "Es un asunto interno"». La Vanguardia. 24 de febrero de 1981. p. 11. Consultado el 11 de febrero de 2009. «El secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, declaró hoy que el incidente ocurrido en el Congreso español es un asunto interno de España», sin querer hacer de momento otro comentario.» 
  95. «Foreign Affairs; SPAIN: A NERVOUS NEW ALLY?». New York Times (en inglés). 24 de agosto de 1981. «Secretary of State Alexander Haig's gaffe calling the February putsch attempt an "internal issue"». 
  96. «El Departamento de Estado confirmó la primera declaración de Haig sobre el golpe militar». El País. 14 de marzo de 1981. 
  97. «Reagan felicita a Su Majestad». La Vanguardia. 25 de febrero de 1981. p. 16. Consultado el 11 de febrero de 2009. «Un portavoz del Departamento de Estado, a través de su Embajada en Madrid, difundió un comunicado oficial en el que expresaba su congratulación «por la feliz resolución de la crisis y por la fortaleza mostrada por las instituciones y por los dirigentes de la nueva democracia española. El papel desempeñado por el rey Juan Carlos I y la conducción de la nación española han contribuido de manera sobresaliente a la solución de la crisis y merecen especial admiración». 
  98. «El Gobierno de Estados Unidos y el Vaticano sabían lo que iba a pasar». 22 de febrero de 2009. Archivado desde el original el 25 de febrero de 2009. Consultado el 23 de febrero de 2009. «Lo que no cabe duda es que el Gobierno de EE. UU. estaba al corriente de que iba a haber una sublevación. Las declaraciones del secretario de Estado americano, que era un general, en los primeros momentos consistieron en decir que aquel era un problema interno de los españoles que no les afectaba a ellos. El Vaticano también conocía lo que iba a pasar. Sucedió algo muy significativo. El día 23 estaba reunida en Madrid la Asamblea episcopal y uno de sus miembros, que no era un obispo, era un cura que había sido la mano derecha del cardenal Tarancón, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución... no lo logró. Sólo al día siguiente, cuando ya el golpe ya había fracasado, se produjo una declaración de la asamblea favorable a la legalidad democrática.» 
  99. Prieto, Martín (20 de febrero de 1982). «El general Armada arrebató en la sesión de ayer a Tejero y Milans del Bosch el protagonismo de la intentona». El País. Consultado el 22 de marzo de 2016. 
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  101. a b «Texto íntegro de la sentencia condenatoria». El País. 29 de abril de 1983. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  102. Calderón, Javier; Ruiz Platero, Florentino (10 de octubre de 2004). «Las claves del 23-F según Calderón». El País. «El ex-director del CESID y otro alto cargo dan su versión sobre el frustrado golpe del 23-F». 
  103. Joaquín Prieto “Golpe de Estado”, página 325 de “Memorias de la Transición”, El País, Madrid, 1995
  104. «El golpe tenía medios más que suficientes para triunfar». La Vanguardia: 20. 23 de febrero de 2006. Consultado el 11 de febrero de 2009. «–Incluso algunos lo han reconocido después. –El famoso general Carlos Alvarado. Apareció en un programa de televisión pretendiendo desvelar el secreto de su implicación, que algunos ya habíamos publicado.» 
  105. Anatomía de un Instante. Javier Cercas
  106. http://www.alertadigital.com/2011/02/15/coronel-martinez-ingles-el-golpe-del-23-f-lo-dirigio-el-rey-juan-carlos/
  107. elperiodico.com/es/noticias/opinion/recuerdos-23-f-sabino-fernandez-campo-2324669
  108. http://www.eldiario.es/politica/Pilar-Urbano-extremis-puesto-marcha_0_244626194.html
  109. Partal, Vicent (23 de febrero de 2021). «L'Elefante Blanco: un bar de cites eròtiques de Madrid amaga la clau més fosca del 23-F». Vilaweb. Consultado el 23 de febrero de 2021. 
  110. «Antonio J. Candil». Editorial Almuzara. Consultado el 23 de febrero de 2021. 
  111. González, Miguel (1 de julio de 1990). «Milans sale en libertad condicional, tras nueve años y 127 días de prisión, sin renegar del 23-F». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
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  113. Yárnoz, Carlos (24 de diciembre de 1988). «El Gobierno indulta al ex general Alfonso Armada, condenado por dirigir el golpe del 23-F». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
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  117. «Libertad condicional para el ex comandante Pardo Zancada, condenado por el 23-F». El País. 23 de septiembre de 1987. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
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  119. Serrano, Rodolfo (4 de diciembre de 1996). «Tejero, imagen del intento golpista del 23-F, en libertad provisional». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  120. «TVE estrena una miniserie histórica sobre el 23-F». RTVE. 20 de enero de 2009. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. 
  121. Piña, Raúl (24 de febrero de 2014). «Jordi Évole, sobre 'Operación Palace: 'Por lo menos hemos reconocido que es mentira'». El Mundo. 

Bibliografía

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